Rutina de liderazgo: cómo usar valores y objetivos para mantenerte centrado

Un estudiante de Derecho el otro día me preguntó cuál era el hábito que más me ayuda a mantenerme centrada y enfocada durante el día.

Respondí sin titubeos: leer, a primera hora de la mañana, mis Valores y mi Manifiesto.

Los Valores para recordarme, cada día, quién soy: una mezcla de crecimiento, coraje, libertad y amor por la belleza entendida como arte en sus distintas formas.

El Manifiesto para recordarme, cada día, quién quiero llegar a ser: mis objetivos, por qué son importantes y cómo quiero vivir el camino para alcanzarlos.

Le debo mucho a esta dualidad de miradas entre quién soy hoy y quién quiero ser mañana.
Además de ayudarme a gestionar las emociones y volver a centrarme cuando la vida y el trabajo me hacen descarrilar, también me ayudan a definir las prioridades diarias y a tomar decisiones rápidas que estén alineadas con la versión de mí misma de hoy y de mañana.

Mi ritual al amanecer cuando vivo en Puglia (en el sur de Italia): valores, manifiesto y una dosis masiva de café

Para el manifiesto aún no he encontrado libros de los que tomar ideas e inspiración (se aceptan sugerencias).

En cambio, para los valores, mi libro de referencia es 86400 de Luca Mazzucchelli (en italiano): lo recomiendo a quien quiera llevar sus valores a la vida y al trabajo, no dejarlos aparcados en un post-it motivacional o confinados en una diapositiva empresarial que nadie lee realmente. 

UNA PREGUNTA PARA TI.

La curiosidad no está entre los valores que repito cada mañana: es parte integrante de mi ser y no necesita recordatorios.
Impulsada por ella, hoy no termino con una reflexión, sino con una pregunta:

¿Qué hábitos utilizas para centrarte cuando pierdes la brújula o cuando son los demás quienes te la hacen perder?

Cuéntame tus hábitos escribiéndolos en los comentarios de este post en Linkedin o Instagram.

Nos leemos la próxima semana,

Silvia

 

P.D.: Además de la lectura de los Valores y del Manifiesto, un tercer elemento clave de mi rutina es el amanecer. Con el sol que sale del mar en los 3 meses que vivo en Puglia, cerca de Ostuni (como en la foto de portada), o desde los Andes en los meses restantes en los que vivo en Santiago de Chile.

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