Burnout: el error común y 3 pasos para evitarlo.

Yo he pasado por dos.

Quizás tú también, en algún momento de tu carrera, tuviste que enfrentarlo.

Hablo del burnout.

📸 Crédito foto: Nataliya Vaitkevich

El burnout no llega de repente.

Se cuela en silencio.

Entre una reunión y otra.

Primero cancelas una cena, luego otra, hasta que semanas enteras se disuelven en un torbellino de trabajo sin fin.

Te encuentras sacrificando fines de semana, momentos con amigos y tiempo precioso con tu familia, todo para alcanzar una carga laboral que parece no disminuir nunca.

Y mientras intentas seguir el ritmo, algo dentro de ti se rompe: la energía, el entusiasmo, incluso el sueño.

Lo viví en carne propia: el burnout no solo amenazaba mi confianza:

“¿Soy lo suficientemente buena como líder?”

También me llevaba a cuestionar mis decisiones de vida y de carrera:

“¿De verdad quiero ser líder si este es el precio que tengo que pagar?”

Muchos creen que cambiar de empresa es la solución, convencidos de que en otro lugar todo será más fácil y menos estresante.

Pero piénsalo bien: cambiar de trabajo no te liberará de las responsabilidades ni de la complejidad que implica tu rol de líder, estés donde estés.

📸 Crédito foto: atlasstudio

Con el tiempo entendí que el verdadero cambio no está en renunciar al cargo o reducir responsabilidades, sino en evitar un error básico que casi todos cometemos.

EL ERROR COMÚN

El burnout muchas veces nace del error de pensar que “hacer más” es la clave para demostrar tu valor.

En el pasado yo intentaba hacerlo todo: definir estrategias, preparar presentaciones, gestionar los detalles operativos e incluso encargarme del área ESG, porque aún no habían contratado al gerente correspondiente.

¿Por qué lo hacía?
Pensaba que, si no lo hacía yo, mis jefes y colegas dudarían de mis capacidades como líder.

Pero el precio era alto: estaba agotada, no dormía, y empezaba a dudar de mí misma y de mi habilidad para motivar al equipo.

Con el tiempo (y algunas cicatrices), entendí una verdad fundamental:

Ser líder no significa hacerlo todo sola, sino crear impacto sin sacrificarte.

Así que, en lugar de preguntarte si mereces ser líder, hazte esta otra pregunta:

“¿Cómo puedo hacer crecer mi liderazgo?”

A esa pregunta, yo encontré tres respuestas.

📸 Crédito foto: Manuel-F-O vía Getty Images

TRES PASOS PARA ESCALAR TU LIDERAZGO SIN CAER EN EL BURNOUT

1. El burnout no es un fracaso, sino una señal de que algo tiene que cambiar.

¿Te estás sobrecargando para demostrar tu valor?
¿Qué cambiaría si confiaras en que ya eres suficiente, incluso sin hacerlo todo?

Yo lo aprendí el día en que empecé a decir “no” a peticiones que no estaban alineadas con mis prioridades. La primera vez fue difícil, pero el mundo no se vino abajo. Al contrario, gané respeto por mi claridad y protegí mi tiempo y mi energía.

2. Ser líder no significa hacerlo todo, sino elegir lo que solo tú puedes hacer y delegar lo demás.

Recuerdo cuando le pedí a una persona de mi equipo que se encargara de un informe semanal para el CEO que normalmente hacía yo. No solo lo hizo muy bien, sino que el tiempo que recuperé me permitió concentrarme en decisiones estratégicas más importantes.
Delegar no es perder el control, sino fortalecer tu liderazgo y hacer crecer a tu equipo.

3. Romper el ciclo del burnout.

El burnout nace muchas veces de expectativas poco realistas, tanto externas como internas.
A mí me pasó muchas veces: para mostrar mi valor aceptaba demasiado, trabajaba hasta tarde para cumplir con los plazos, me frustraba y terminaba criticándome.

Empecé a romper ese ciclo con cuatro preguntas (la primera es mi favorita):

  • ¿Qué consejo le daría a un amigo en mi situación?

  • ¿Cómo puedo aportar el máximo valor en las 8 horas por las que me pagan?

  • ¿Cómo puedo mostrar que estoy dando lo mejor de mí, sin asumir la responsabilidad por lo que no está bajo mi control?

  • ¿Cómo puedo establecer límites físicos y mentales a mi tiempo?

Ser líder no es serlo todo para todos, sino enfocarte en lo que realmente importa.

Espero que las lecciones de mis burnout y los tres pasos que compartí te sirvan para prevenirlo o superarlo.

Lo sé, es un fin de semana prenavideño y quizás tienes otras prioridades, pero regálate un momento para reflexionar:

¿Estás construyendo un liderazgo que genera valor sin sacrificarte?

Regálate esta conciencia.
Porque un liderazgo sostenible no se mide solo por los resultados que logras, sino por la persona en la que eliges convertirte en el proceso.

Hasta la próxima,
Silvia

Avanti
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